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En las empresas de servicios digitales, la contratación es el nervio de la guerra. Encontrar y fidelizar a los perfiles adecuados es un desafío tan estratégico como económico. En este contexto, la transparencia salarial se impone como un motor clave de eficacia y atractivo: mejora la calidad de las candidaturas, agiliza los procesos y refuerza la marca empleadora.
Durante mucho tiempo considerada un tema sensible, la remuneración se ha convertido ahora en un criterio decisivo desde la lectura de la oferta de empleo. Los candidatos quieren saber qué pueden esperar antes de postular. Según un estudio de SHRM, el 70 % de las empresas que muestran una franja salarial en sus anuncios han observado un aumento en el número de candidaturas, y el 66 % afirma que la calidad de los perfiles ha mejorado.
Por el contrario, el 41 % de los profesionales declara abandonar una candidatura si la remuneración no está indicada. En un mercado donde cada perfil cuenta, no comunicar su escala salarial equivale, por tanto, a renunciar a una parte del pool de talento.
Según nuestro último barómetro de Contratación (2025), casi uno de cada cinco candidatos abandona un proceso de selección en la fase de negociación salarial.
Publicar una franja salarial realista y ajustada, y no un intervalo con 20 000 € de diferencia, permite filtrar eficazmente las candidaturas. El salario deja entonces de ser un tema de tensión o de regateo. Esto libera la entrevista para centrarse en lo que realmente importa: las competencias, las expectativas y la compatibilidad con la cultura de la empresa.
Una franja salarial sin grandes diferencias también tranquiliza a los candidatos: indica que la remuneración no dependerá de sus habilidades de negociación, sino de criterios objetivos y compartidos.
La transparencia salarial es también una poderosa herramienta de diferenciación. En un sector donde los talentos comparan constantemente las ofertas, mostrar claramente su política de remuneración significa afirmar una cultura de equidad y de confianza.
El estudio « Inside Employees’ Minds » de Mercer (2023) lo destaca: el 68 % de los empleados afirma conocer su escala salarial, pero solo el 25 % de los empleadores dice comunicarla. Aún más sorprendente: el 61 % de los trabajadores descubre su franja salarial a través de las ofertas de empleo. En otras palabras, la transparencia proviene del mercado, no del ámbito interno.
Ahora bien, las empresas que se adelantan salen ganando: según Mercer, los colaboradores que consideran que reciben una remuneración justa son un 85 % más comprometidos y un 62 % más fieles.
Más allá de los beneficios en materia de RR. HH., la transparencia salarial pronto se convertirá en una obligación legal. La directiva europea sobre la transparencia retributiva, adoptada en 2023, obligará a los empleadores a comunicar las franjas salariales en sus ofertas y a justificar las diferencias entre puestos equivalentes.
Las empresas de servicios digitales tienen por tanto todo el interés en anticiparse: no solo para cumplir con la normativa, sino sobre todo para reforzar su credibilidad y su atractivo. En un sector donde el capital humano lo es todo, la transparencia ya no es un riesgo: es una ventaja competitiva.
En un sector tan competitivo como el de las empresas de servicios digitales, donde la atracción y la fidelización del talento condicionan directamente el rendimiento, la política de RR. HH. se convierte en una auténtica herramienta estratégica.
Sin embargo, nuestro barómetro de Contratación 2025 revela que el 38,4 % de las empresas de servicios digitales no están en absoluto preparadas para la directiva europea sobre transparencia salarial de 2026. Por el contrario, el 35,1 % ya ha comenzado a publicar franjas salariales en sus ofertas de empleo, una señal alentadora, aunque aún tímida.
Con la directiva europea sobre la transparencia salarial, aplicable a partir de 2026, las empresas deberán ser capaces de comunicar claramente sus escalas retributivas y de explicar sus criterios. Esta reforma otorga a los colaboradores un verdadero poder: el de la información. Saber dónde se sitúan, comprender cómo progresar y dejar de sufrir la incertidumbre de las decisiones de gestión.
Pero asumir esta transparencia desde el proceso de contratación implica una condición previa: que la política salarial interna sea sólida, coherente y asumida. Publicar una franja salarial en una oferta sin haber alineado previamente la escala interna expone a la empresa a un riesgo de “desajuste” o de incomprensión. Es aquí donde la escala salarial se convierte en una herramienta central.
El objetivo de una escala salarial no es agradar a todo el mundo, sino definir las reglas del juego: los criterios de remuneración, de evolución y de reconocimiento.
A día de hoy, el 34 % de las empresas de servicios digitales teme los riesgos de comparación y las tensiones internas asociadas a la transparencia (fuente: barómetro de Contratación 2025). Sin embargo, lo que genera tensiones no es tanto la transparencia como el silencio. En ausencia de comunicación, los colaboradores “a veces imaginan lo peor”: se comparan, presuponen desigualdades y se preocupan por diferencias que a menudo ni siquiera existen. Muchos directivos y responsables de RR. HH. nos confían que el problema no es tanto su política de recursos humanos, sino la forma en que la comunican.
Saber hablar de dinero se convierte, por tanto, en un desafío cultural. Las empresas del futuro deberán aprender a abordar la remuneración con pedagogía, claridad y constancia. Una comunicación interna sólida, presentaciones periódicas y un discurso coherente desde RR. HH. permiten instaurar un clima de confianza. Porque, una vez conocidas las reglas, los intercambios se calman y las conversaciones pueden centrarse por fin en lo esencial: los proyectos, las trayectorias profesionales y la estrategia de la empresa.
Una escala salarial bien diseñada responde al 90 % de las preguntas habituales y deja espacio para la discusión en los casos particulares. También permite abordar la remuneración desde una perspectiva más global: no como una cifra fija, sino como un paquete completo : beneficios sociales, flexibilidad, teletrabajo, equipamiento, instalaciones, política de RSC…
Al asumir una política de RR. HH. transparente y estructurada, las empresas de servicios digitales crean las condiciones para un compromiso duradero. Porque es imposible que un colaborador se proyecte en una empresa cuya lógica retributiva y cuyas perspectivas de evolución no comprende. Aclarar es tranquilizar. Y tranquilizar es fidelizar.
En 2026, las empresas de servicios digitales más exitosas no serán únicamente aquellas que hayan anticipado la transparencia salarial: serán las que hayan sabido convertirla en un motor de inclusividad y de rendimiento colectivo.
Porque una política de RR. HH. clara, equitativa y asumida alimenta la confianza, atrae mejor, genera un compromiso más fuerte y transforma de manera duradera la cultura de la empresa.
La inclusividad ya no se limita únicamente a la diversidad de perfiles: pasa por la percepción de justicia en las trayectorias, las remuneraciones y las oportunidades.
Y esta justicia, cuando se encarna y se mide, se convierte en una ventaja competitiva.
Las empresas de servicios digitales que sepan combinar transparencia, equidad y rendimiento comercial no solo cumplirán con una directiva: se convertirán en referentes de una nueva generación de empresas, donde las personas y el negocio avanzan por fin al mismo ritmo.
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